En el puerto de Madrestam ha llegado un marinero. John Eckol, pescador de bamgas, desembarcó reciéntemente con una historia desconcertante.
Cuando estaba buscando nuevas zonas de pesca, el marinero descubrió una isla desconocida, justo al lado de una gigantesca isla de hielo. Curioso, desembarcó en la pequeña isla con la esperanza de encontrar algún tesoro olvidado.
Sin suerte, solo se encontró con problemas cuando tropezó con extrañas criaturas que parecen poblar la isla. Rápidamente volvió a su barco sin pedir explicaciones y navegó hasta llegar a Madrestam. Una vez allí, ha contado su historia a los aventureros que pasan por el puerto. Si dejamos de lado su miedo y sus suposiciones, podemos decir que está seguro de una cosa. La isla ya estaba habitada por criaturas civilizadas.
El marinero todavía se niega a regresar, pero podemos apostar que una vez que se le pase el susto, en los próximos días, terminará aceptando llevar a la isla a algunos aventureros temerarios.
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Saludos
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